Los niños sienten curiosidad sobre su cuerpo. Ellos comienzan a notar las diferencias entre varones y hembras y entre los adultos y ellos a edad muy temprana. Los momentos para iniciar una charla sencilla, clara, concreta y útil, cargada de valores para que se conozcan bien y aprendan a relacionarse, se presentan todos los días.
La sexualidad es un tema importante que no se puede reducir a un solo diálogo. La conversación tampoco será fácil, por eso estamos aquí, para ofrecerles algunas sugerencias que les facilite hablar con sus hijos sin tabúes.
Para ampliar esta informaci[on, conversamos con Silvia Beltrán, Directora Asociada de Educación Bilingüe de Planned Parenthood Federation of America. En octubre, la organización celebró el Mes de Hablemos, para fomentar una comunicación abierta, honesta y continua entre padres e hijos sobre sexualidad.
Beltrán dice que en este mes Planned Parenthood enfatiza la importancia de "empezar y mantener conversaciones abiertas que ayude a nuestros hijos a enfrentar a algunos de los mismos retos que nosotros vivimos, que los enseñe a sentirse cómodos con los cambios del cuerpo y vivir los primeros enamoramientos".
Y es que para los padres puede ser abrumador hablar con sus hijos cuando empiezan a preguntar sobre sexualidad. Es precisamente, esa curiosidad la que nos otorga una oportunidad para iniciar un diálogo constructivo. Esta información ayudará al pequeño o al adolescente a elaborar una visión sana sobre su sexualidad y la de los demás, hecho que le permitirá cuidarla y respetarla, dos ingredientes básicos para el fomento de la autoestima.
"No hay una forma perfecta de hablar acerca del sexo y las relaciones. Los padres que desean empezar a crear estos espacios y no saben cómo hacerlo, pueden encontrar recursos informativos sobre la adolescencia, la salud sexual, embarazo, identidad, seguridad personal e incluso consejos claves de conversación con los hijos de acuerdo con el rango de edad", amplia Silvia.
Durante el crecimiento de tus hijos, tendrás que hablar sobre sexualidad, sobre cómo prevenir enfermedades de transmisión sexual, el embarazo, las conductas de riesgo, las presiones sociales y sobre la salud en general. Hacerlo en familia y de manera progresiva en lugar de tener “la conversación” alivia la presión y ayuda a tu hijo a procesar poco a poco los valores familiares y la información que está recibiendo. De allí la importancia que tiene mantener conversaciones frecuentes.
Adicionalmente, Silvia Beltrán enfatiza que "está bien no tener todas las respuestas; lo importante es contar con ese espacio familiar para escuchar, validar sus sentimientos y estar presentes cuando surjan preguntas y experiencias".
Estas conversaciones regulares expresan por si solas que estos temas son naturales y parte de la vida. Adicionalmente que son lo suficientemente importantes para que sigan apareciendo.
No tienen que ser serios ni dramáticos. Pueden ser espacios de encuentro y de disfrute, lo cual va a favorecer la construcción de una sexualidad sin vergüenza ni estrés.
Y es que el tabú sobre la sexualidad se mantiene. Los padres reconocen la importancia que tiene ofrecer esa información que ellos no recibieron, pero algunos sienten miedo de no hacerlo bien y perjudicar al niño.
Y como dijimos al principio, el día a día nos brinda de forma espontánea acontecimientos naturales que sirven para comenzar una charla con los muchachos. Silvia nos presenta algunos ejemplos:
Cuando algún familiar, amiga, vecina o tú anuncian su embarazo
Cuando los temas relacionados con la pubertad, estar en pareja, LGBTQ, el amor o el sexo son tratados en programas de televisión, películas o canciones en la radio
Cuando se presentan estereotipos de género en las publicidades, juegos, televisión, libros, películas, etc.
Cuando ves representaciones poco realistas del cuerpo —o sobre sexualizados— (i.e. celebridades o modelos con Photoshop)
Publicidades de toallas sanitarias y tampones, anticonceptivos o condones
Noticias o publicidades que hablan sobre el sexo
Estas son situaciones que se pueden presentar en cualquier momento, incluso sin esperarlas. ¿Pero cómo podemos iniciar esa conversación? Silvia Beltrán sugiere que comiences con una pregunta abierta como:
“¿Qué sabes sobre cómo ocurre un embarazo?”
“¿Qué piensas sobre el hecho de que esa celebridad utilizó Photoshop en la portada para parecer diferente de lo que es en la vida real?”
“¿Qué sientes al ver que esta publicidad de muñecas solamente es de color rosa y que solo participan niñas?”
“¿Qué harías si alguien con quien sales empieza a actuar de la manera en que lo hace este personaje en el programa de televisión?”
Planned Parenthood cuenta con recursos informativos diseñados especialmente para hispanos y latinos.
Sexo sin vergüenza, un blog que aborda los temas y preguntas más comunes de forma sencilla con una explicación concisa.
Chatea/textea es una aplicación que ofrece una forma de comunicarse con expertos sobre educación sexual por mensajería de texto, totalmente anónima y con privacidad de datos.
Una serie de videos explicativos que se pueden encontrar en YouTube donde se abordan temas sobre la pubertad, ovulación, eyaculación y más.
Y guías informativas que están disponibles en plannedparenthood.org.
Construir un espacio abierto y disponible al diálogo, es justamente mostrarnos disponibles. Escuchar activamente las preguntas y explicaciones que formulan nuestros hijos generará retroalimentación que a su vez propiciará otras conversaciones.
Quizás es momento de plantearnos qué necesitan nuestros hijos y nosotros como padres lo sabemos. No existe peor información que la que no se comparte y aquella que crea miedo y rechazo. No dejemos este tema en manos de extraños. Seamos los protagonistas de su educación. Informarles correctamente sobre la sexualidad, las drogas y otros temas similares es nuestra responsabilidad. Compartamos con nuestros hijos toda la información que ellos necesiten. Si no la tenemos, como dice Silvia Beltrán, busquémosla juntos. De esta manera, ellos correrán menor riesgo.